TODO PARECE IMPOSIBLE HASTA QUE SE HACE. (Nelson Mandela)

viernes, 30 de mayo de 2014

Ícaro y la soberbia

Es curioso lo que se puede descubrir en una visita guiada por la ciudad en la que has vivido toda tu vida, y que en cierto modo presumes de conocer bastante bien.
Es curioso que sólo con ponerse el traje de visitante, empieces a mirar con otros ojos lo que te rodea, y sobre todo, empieces a mirar a todos lados... incluso hacia arriba.
Descubres rincones, edificios, plazas, balcones y fachadas que no habías visto jamás porque nunca pasas por allí para ponerte a mirar, sino para hacer "algo". Logras mirar desde otro lado y ver las cosas de otra manera... o simplemente logras ver las cosas.
Es curioso que en una visita curiosa por Madrid, una guía en prácticas por innovar me descubrió curiosidades de ayer y hoy.
Es curioso que cuando alguien te dice que mires al cielo de Madrid, en la calle Milaneses, al lado mismo de la Plaza Mayor, descubras que a un ciudadano le han permitido colocar una escultura de Ícaro en su terraza.
La escultura, denominada con cierta sorna por Miguel Ángel Ruiz, su autor,  "Accidente aéreo" y a la que no niego su belleza, pesa en torno a 300 kilos y está colocada prácticamente en el aire. Su propietario, al parecer, es amante de la mitología y deseaba hacer un homenaje a la leyenda griega.
Si la guía no nos hubiera advertido de esta obra es posible que siguiera pasando por allí como hasta ahora: sin mirar para arriba y sin reparar en su existencia. También seguiría pasando ajena al riesgo de caer sobre los viandantes, que supongo habrá sido medido convenientemente por el Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa y Corte, y dejar a algún peatón más que perjudicado.
Si no me hubieran mostrado lo que a mi modesto entender es una arrogancia, tampoco habría reflexionado sobre el paralelismo entre el dueño de la terraza y el mito que narra. La arrogancia de hacerse un homenaje a sí mismo a través de un mito clásico.
Ícaro era el hijo de Dédalo, arquitecto ateniense a quien la propia Atenea había enseñado el oficio. El rey Minos le encargó construir el Laberinto de la isla de Creta para encerrar en él al Minotauro, nacido de la venganza de Poseidón para castigar al rey.
No importa ahora qué hizo Minos para enfadar tanto a Poseidón, ni importa que Parsifae, la esposa de Minos, se enamorara de un toro y engendrara una criatura mitad toro y mitad hombre. Lo cierto es que Minos no reparó en medios a la hora de ocultar su vergüenza, y una vez construido el Laberinto, también encerró en él al único que sabía salir: Dédalo, junto a su hijo Ícaro.
La inteligencia de Dédalo le llevó a idear una forma de escapar: creó unas alas con cera de abejas y plumas de pájaros para él y para Ícaro y salieron volando de Creta. El arquitecto advirtió a su hijo que debía ser prudente y no volar ni demasiado alto para que el Sol derritiera la cera, ni demasiado bajo para que las plumas se mojaran con el agua del mar.
Pero como era de esperar en un mito clásico que se precie, la historia debía terminar en tragedia, e Ícaro desobedeció a su padre. Se fue elevando tanto mientras disfrutaba del paisaje que sus alas se derritieron y cayó al mar, donde se ahogó y de donde su padre le recogió para enterrarle en la isla de Icaria.
La osadía, la imprudencia y la arrogancia de un joven que desobedece a su padre buscando la grandeza, le llevan a la tragedia.
Volviendo al Madrid actual, no sé quién es el dueño de la casa, aunque quizá no sea difícil averiguarlo, pero para no meterme en casas ajenas no indagaré en esto. Tampoco sé si la ley municipal permite poner esculturas de determinadas características, a determinados ciudadanos, en determinados emplazamientos por muy privados que sean, y no permite, por ejemplo, acristalar un balcón para poder aprovechar mejor dos metros cuadrados de vivienda, colgar ropa de las ventanas para que se seque al sol, o colgar macetas de las barandillas....
Tampoco sé si es que la cosa "va por barrios", que todo podría ser, y la calle Mayor no es lo mismo que Villaverde, Vallecas o Carabanchel.
Dicen que cada uno hace en su casa lo que quiere...
Si le dejan claro.
 


IMAGENES DE LA ESCULTURA "ACCIDENTE AEREO"
MIGUEL ANGEL RUIZ
CALLE MILANESES, MADRID

lunes, 26 de mayo de 2014

Lo que parece imposible

Cuando se está muy cansado todo es más difícil.
O cuando todo es más difícil se está cansado.

Como subtítulo de mi blog, utilicé una frase de Mandela: Todo parece imposible, hasta que se hace. La utilicé porque me pareció inspiradora. Hoy me parece simplemente verdad.
Por ahí corren miles de frases que muestran la sabiduría humana ante la vida. Refranes, dichos, plegarias, coplas... Siempre salen al paso en el momento más oportuno. Siempre están a mano, siempre aparece una apropiada.

Hoy se me ocurren sobre todo dos:
"No es lo que llevo, sino lo que me queda"
"Que Dios (o la vida) no nos dé todo lo que podemos soportar"

Y quizá hoy... porque estoy cansada, porque llevo mucho, porque me queda mucho, porque a perro flaco, porque tenemos pulgas, porque por madrugar, porque amaneció muy temprano, porque no hay mal, porque algunas cosas parecen durar 100 años, porque hay alegría en la casa del pobre ... o porque hoy es hoy....

Hoy: Al mal tiempo... LA MEJOR CARA!!!

Se me iba mayo sin escribir nada. Y tenía pena... y sobre todo tenía ganas.
Un mayo sorprendente, agotador, gratificante y exigente...
Situaciones que te exprimen y parecen sacarte hasta la última gota... pero siempre hay una gota más. 
Y también situaciones en las que experimentar la felicidad, la mía y la ajena... que también es mía.

Horizonte con junio a la vista... con olor a más sorpresas, más cansancio... y más felicidad.
Seguro.
Por eso hoy, que no es mi mejor día... por eso hoy... MI MEJOR CARA!!!.

No la más bonita... sino LA MEJOR CARA